Nuestra razón de ser
Este proyecto surge alrededor de la idea de que existe una carencia absoluta en la población española de conocimientos suficientes en primeros auxilios, ni tan siquiera en los ámbitos próximos al deporte, así como de unos programas formativos de verdad, integrados en los distintos niveles educativos encaminados a subsanar esta deficiencia.

Pretendemos dar solución a la necesidad de creación de una cultura preventiva y de actuación en casos de accidentes, complementado el sistema educativo, para conseguir la adquisición o modificación de los hábitos y actitudes de toda la sociedad a medio y largo plazo.

Como en todo, los primeros educadores son los padres, pero el siguiente paso es la escuela. Sin embargo, los programas oficiales de los distintos niveles educativos de la enseñanza obligatoria en España incluyen escasa enseñanza específica sobre salud y primeros auxilios. Fuera del ámbito educativo, hay organismos que dan charlas sobre primeros auxilios con grupos de población, pero esto es formación y el objetivo de este proyecto no es la formación, sino la educación.

La escuela constituye, pues un ámbito idóneo para iniciarla. La importancia de comenzar desde edades tempranas parte de la idea de que el niño desde la enseñanza primaria (o infantil) puede adquirir los conocimientos y habilidades psicomotoras que le permitan, con la repetición, desarrollar y conservar las habilidades. Los reflejos y nociones básicas, deben adquirirse antes de los 12-13 años, edad en la que el niño ha completado su desarrollo psicomotriz. Lo que no significa que no pueda seguir aprendiendo, sino que lo hará de otra manera, basándose en lo aprendido anteriormente.

La conclusión a la que llegamos es a que es necesario introducir estas enseñanzas en los programas educativos de los primeros niveles de enseñanza; y que debemos hacerlo de forma diferenciada, según las etapas de desarrollo del niño.